Carta que nunca llegara
M
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e viste nacer y de una forma tan extraña y posesiva antes
de que pudiera verte y estar en tus brazos te amaba, cuando te vi mi amor solo
tomo forma, pues ya existía de una manera trascendental, mientras crecía
cuidadas sigilosamente mis pasos, me levantabas y dabas confianza para que pudiera
seguir, escuchaste cuando dije mis primeras palabras con tanta alegría, estabas
atento a todos mis movimientos, tus cuidados y atenciones hacia mí eran
primordiales.
Fuiste mi primer amor, el hombre que ame con todas mis
fuerzas, te volviste mi debilidad, mi seguridad, mi refugio, mi lugar preferido,
me proporcionabas estabilidad, estar en entre tus brazos era mi lugar favorito.
Con el paso del tiempo algo era diferente tu atención no
era la misma, ahora era de una forma más
insegura y con menos amor, no me enseñabas el porqué de no hacer las cosas solo
me castigabas para que el dolor me hiciera no querer volver a pasar por ello.
Tus atenciones fueron cambiando y tus prioridades se
convirtieron en otras, cuando quería regalarte una parte de mi estabas cansado
como para residir la, mis palabras se volvieron tu dolor de cabeza, y mis
acciones ya no eran tu alegría, no sé en qué momento deje de formar parte de tu
felicidad.
Buscaba la forma de llamar tu atención y hacerte saber lo
especial e importante que eras para mí, quería sentir lo que una vez a tu lado
sentí, cuando estaba enferma o no quería estar sola y me leías hasta dormir, o
cuando te despertabas de madrugada hacerme que comer, era sumamente placentero.
Con el paso de los tiempos nada de eso ya lo era para ti
no se en que momento cambio, pero la realidad es que nunca dejo de serlo para mí.
Estuviste en cada etapa de mi niñez y aun que tu trabajo
del todo no te lo permitía siempre trataste de dar lo mejor de ti, la verdad no
lo hiciste del todo bien, entiendo que tu no recibiste la misma atención, te
preocupabas quizás por darme lo mejor que podías de una manera quizás muy tuya
que solo tu podías comprender, la verdad en ese entonces yo no, pero quizás
entiendo que no sea del todo tu culpa.
En un tiempo comenzaste a entender que lo primordial para
mí era lo que materialmente podías ofrecerme, que tu tiempo, amor, tu
compresión, cuidados, tu seguridad, tus platicas, ya para mi vivir no eran
suficientes, y yo simplemente no podía entender que pasaba, pues para mí era
fundamental o no debía de ser así?.
Lo único que en ocasiones necesitaba era que te sentaras
a jugar conmigo, eso llenaría todas mis necesidades de felicidad, Y créeme que
hasta un poco más…
Con el paso de los años ya para mí era algo normal y
adoraba cuando no te encontrabas en casa para así libremente poder hacer todas
mis travesura, pero la verdad es que en ocasiones te echaba de menos y existía
la carencia de algo que para ese entonces desconocía.
Comencé a llenar esa carencia con cosas materiales y
tener una vida normal igual que todo niño, no sé en qué paso de mi vida actué
mal y repercusiones de otras personas comenzaron hacerme daño en ese momento te
necesitaba y ups! No estabas.
Comencé a volverme fría y poco a poco ir perdiendo mi
inocencia, pues los demás se encargaron de ello y tu no estabas para protegerme
solo comenzaste hacer más duro conmigo cuando viste que mis acciones iban
cambiando y no iban del todo a mi edad, pero cuando quisiste hacer algo ya era
tarde, y no había vuelta atrás, tu confusión al no saber que pasaba y no saber cómo
resolverlo te hizo recurrir a los golpes.
Eso hizo que me encerrara más en mi mundo, sentía que
nadie podía entenderme y que me encontraba sola, aunque era raro porque la
verdad no lo estaba del todo tú estabas conmigo y a la misma vez lejos, no te
sentía…
Luego sin darme cuenta te fuiste de mi vida por completo
dejando un vacío que no podía imaginar y era raro porque al principio me
encanto que así fuera sin darme cuenta que con el tiempo esto sería el motivo
de muchas noches sin dormir y llantos por doquier sin entender el porqué de
esas sensaciones tan absurdas.
Pase gran parte de mi niñez y toda mi adolescencia sin tu
presencia en su totalidad, comenzaba a molestarme el hecho que a veces
quisieras hacerte participe en mi vida, pues tu presencia ya me era extraña pero
al mismo tiempo esa carencia de años atrás volvía a renacer…
Años sin necesitarte a excepción de esos días especiales
que se suponía que deberías de estar presente, pero nada más…
Me buscabas a medias pero lamentablemente me acostumbre a
su totalidad y me dolía tanto el ver que no me necesitaba en tu vida, pues ya
habías formado otra vida… ya tenías otra familia.
Ya solo existías en mi vida cuando algún rumor llegaba a
tus oídos que no era de tu agrado o cuando algún honor llevaba consigo y
querías darte el bombón de gran PADRE ejemplar (ya sea con tus correcciones o
felicitaciones a tu persona en cosas que nunca estuviste presente), cosa que
nunca llego al caso, me enojaba tanto tu actitud, que tu presencia comenzaba
hacerme innecesaria.
Aprendí a vivir con ello y hoy en día llorar en cuanto a
ello ya se volvió un recordar lo que sentía en un pasado, no entendí el porqué
de que nuestra familia dejara de ser una tu dejarías también de ser mi padre,
se suponía que ese título lo llevarías por siempre y lo llevas pero de nada
sirve llevarlo a todos lados para nunca ejercer tu vocación, te deseo lo mejor
de la vida, gracias por ser pieza crucial para que pudiera venir a este mundo,
pues ya en mi vida solo te volviste eso. PAPÀ!!
Anónimo…